Un jurado popular integrado por cinco hombres y cuatro mujeres juzga a partir de este lunes al acusado de agredir sexualmente y asesinar a la niña de 13 años, en Vilanova i la Geltrú, en el año 2018, para quien la Fiscalía pide prisión permanente revisable.
Recordemos la historia. La menor estaba con sus abuelos, que la habían ido a recoger al colegio, y salió de casa de estos, situada en el mismo bloque de Vilanova donde residía el detenido, hacia las 19.00 horas, porque su padre la esperaba frente al portal, la había venido a recoger.
Cuando la niña bajaba sola por las escaleras, el acusado supuestamente la introdujo en su domicilio y la asfixió con un collar canino, además de abusar sexualmente de ella y también le asestó varias puñaladas con un cuchillo de cocina, según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación.
El cadáver de la niña fue hallado semidesnudo debajo de un colchón en el domicilio del acusado, que vivía en el mismo edificio que los abuelos de la menor, tres horas después de su desaparición, cuando los tíos de la víctima entraron por la fuerza en la casa del hombre tras notar una conducta extraña.
El acusado, un hombre de 45 años con un antecedente por violencia doméstica en su proceso de divorcio, hacía poco que se había trasladado a vivir a casa de sus padres, que no estaban en el domicilio cuando ocurrieron los hechos.
La acusación particular en el juicio, ha sostenido este lunes que el crimen «es la obra de una persona calculadora y sabía perfectamente lo que estaba haciendo», en contra del argumento de la defensa según el cual el acusado confundió a la menor con un ladrón después de consumir grandes cantidades de alcohol y cocaína. El acusado, presuntamente, asfixió a Laia con un collar canino, la violó y le asestó varias puñaladas.
El abogado Juan Carlos Zayas, que representa a la familia de la menor, se ha dirigido por primera vez al jurado popular que debe valorar la culpabilidad o inocencia del sospechoso, para quien la acusación y la fiscal piden una condena a prisión permanente revisable.
«Esto es la obra de una persona calculadora que sabía perfectamente lo que estaba haciendo», y ha mantenido que después de asfixiar a la menor presuntamente la acuchilló varias veces para que las heridas coincidieran con su versión de que la había confundido con un ladrón del que intentó defenderse»
En su primera declaración ante el juez de instrucción, el detenido dijo en su defensa que no recordaba haber cometido el crimen, alegando que en el momento de los hechos se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas.
La fiscal ha tachado de «salvaje y brutal» el asesinato. «Estos hechos son estremecedores, para ustedes e incluso para las personas que nos dedicamos a esto», ha subrayado María José Franco, quien ha calificado de «salvaje, brutal y cruel» la manera en que Laia fue asesinada y «vejada hasta la saciedad» en un «escenario dantesco». «Le procuró un sufrimiento añadido brutal, absolutamente innecesario para matar a una persona».
En la sesión han declarado también las dos hermanas del acusado y su expareja, madre de su hija, quienes han confirmado que tenía adicción a las drogas y al alcohol y estaba «muy mal» el día de los hechos.
«Juan ha sido un martirio, un maltratador psicológico», ha resumido una de las hermanas del acusado, al relatar la escasa relación que mantenían con el acusado.
«A la Justicia no le puedo pedir que me devuelva a mi hija. Como somos personas civilizadas, las cosas se arreglan aquí», ha señalado la madre, cuya declaración estaba prevista para este lunes pero ha tenido que posponerse al martes por falta de tiempo.
