Esta semana ha muerto Mateo Revilla, hombre de talante incansable, y de ideas firmes e inquebrantables, ha sido un referente en la lucha vecinal de L’Hospitalet, con una estrecha vinculación a lo largo de su vida con el barrio de Bellvitge.
Formó parte de la asociación de vecinos de Bellvitge, desde los años setenta, y también de la Federación de Asociaciones de Vecinos de L’Hospitalet.
Mateo Revilla Castaño, tenía 77 años en el momento de su fallecimiento. El histórico dirigente vecinal de L’Hospitalet, era una persona de gran tenacidad, reconocida por gestores políticos, asociaciones, y vecinos, fue clave para la recuperación del barrio y convertirlo en lo que es en la actualidad. Desde la Asociación de Vecinos luchó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de los vecinos y vecinas de Bellvitge y de L’Hospitalet.
En unos tiempos en que las redes sociales no existían, con el resto de miembros de la Asociación se dedicaban a patearse las calles para trasladar a los vecinos y vecinas, con megáfonos encima de los coches, y repartiendo octavillas, las consignas de reivindicación vecinal, para construir un barrio y una ciudad más amable, y socialmente más justa. Los alcaldes Pujana y Corbacho, representantes de la Generalitat, y otras administraciones, tuvieron que sentarse a negociar con el, y con sus compañeros de asociación, para vehicular sus reivindicaciones siempre en beneficio de los ciudadanos. Hacer y trabajar para los otros, sin pedir nada a cambio para uno mismo.